Grabación

Carlos Martos Wensell

La grabación técnicamente se desarrolló sin dificultades. Aprovechamos los recursos que tenía el estudio tanto en microfonía como en periféricos, no muy abundantes en número de buena calidad. La consola Angela Amek; magnetofón Studer A-820; microfonía Newman y Akg con algunos micrófonos clásicos de directo. La sala, sin grandes detalles, cubrió sobradamente las necesidades que teníamos.

Montamos un escenario y un pequeño aforo para el público de la grabación. El resultado fue estupendo y la gente del estudio -Pedro el ingeniero y Hammlet el asistente- pasaron de un estado impersonal a tomar el proyecto como suyo, disfrutando y aprendiendo de todo lo que ocurría. Fueron dos días intensos de trabajo, 30 horas aproximadamente: el primer día para preparar y grabar el concierto y el segundo para la grabación de la canción de Ruben Daniel.

Después continuamos en Sonoland (Madrid). Transferimos toda la grabación analógica a un formato digital tipo dash Sony 3324-S. Mezclamos con nuestra Queen (Solid State Logic) que nos dio los matices y la precisión necesaria para convertir nuestra aventura en una realidad. Pero lo más importante es que desde un principio el "destino" sabía que los hombres y las máquinas estábamos unidos por algo muy importante que es la música.".

 

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