DIARIO
VASCO / DVORAME
24 de Septiembre de 2004
ENTREVISTA
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distritocatorce-Abrir
camino
Texto: Jon Martija
Este veterano grupo maño ha teloneado a Bowie, Sting,
Peter Hammill, Johnny Thunders... Ha realizado giras por
USA o Cuba y ha publicado siete discos grandes, varios minis,
un disco inédito grabado en Alemania, recopilaciones...
Son Distrito 14 y acaban de sacar El sueño de la
tortuga (DRO). E. Mariano Chueca –voz, guitarra y
alma mater del grupo– y Enrique Mavilla –bajo,
teclados y programaciones– hacen balance de su trayectoria
y del nuevo trabajo.
Tenéis 20 años de trayectoria, ¿sois
conscientes, os gusta mirar atrás?
Lo que somos es resultado de todo ese tiempo, de los discos,
las giras... El nuevo disco no habría sido lo mismo
sin ese bagaje vital.
Seguir en el negocio musical tras tanto tiempo parece
un éxito, a pesar de no haber conseguido mucho tirón.
El éxito mayor es poder seguir haciendo discos, entrevistas...,
seguir expresando algo nuevo, un nuevo pedazo de vida. Hay
un público que nos sigue, reducido, pero que hace
que los conciertos sean entrañables. Eso compensa
por que es gente que está ahí esperando cada
nuevo disco. Y haber hecho ocho giras por USA, dos por Cuba,
haber grabado en directo en Chicago, en Santiago de Cuba,
que haya tantos lugares recorridos y tanta gente que nos
espera en esos lugares es gratificante.
¿Os gusta lo de grupo de culto?
No hemos sido capaces de ponernos una etiqueta, pero grupo
de culto es bonita, sea bienvenida.
Tenéis cierto vínculo con Donostia.
Realizamos las primeras grabaciones en Tsunami, uno de nuestros
mejores conciertos en el Estado lo dimos aquí teloneando
a Bowie y tenemos buena relación con Iñigo
Argomániz y su promotora Get In; de hecho hemos entrado
a formar parte de su escudería.
Habéis funcionado a través de la autoedición
y ahora que el negocio atraviesa un mal momento ficháis
por una multinacional.
Gracias sobre todo a Argomaniz, que confió en el
disco. Es el responsable de que estemos tan arropados.
Uno de los puntos fuertes del CD es su cuidadísima
presentación.
Es algo con lo que siempre nos comemos la cabeza. En este
caso fue muy rápido: la foto en la que se ven visores
de paisajes que funcionan con monedas, es de una fotógrafa
que trabaja en NY. Casaba bien con el concepto del disco.
Las fotos del libreto representan espacios vacíos,
ausencia.
¿Cuál es el sueño de la tortuga?
Una de las explicaciones podría ser el proceso de
elaboración del disco, un trabajo detallista, lento,
minucioso. Hacía tiempo que no grabábamos
en estudio, y en un principio lo íbamos a grabar
en Chicago con un productor americano con el que ya trabajamos
antes, pero llevábamos unos años afincados
en USA y sentimos la necesidad de volver a casa, redescubrir
olores, colores, sabores y sobre todo la tranquilidad y
el aislamiento. Las propias canciones, que surgían
en las giras, nos empujaban a ese retorno, un viaje interior:
ir con la casa a cuestas y revisar lo que hay dentro.
Preparasteis el disco ¡en un monasterio! Poco
que ver con el rock, con ir de aquí para allá.
Cuando volvimos a Zaragoza necesitábamos un lugar
para acabar de dar forma a las canciones que teníamos
en mente, nos apetecía aislarnos con ellas para ver
su evolución y lo hicimos en Veruela, un monasterio
cisterciense que ahora es residencia turística, pero
al que en Enero, no va ni dios. Estuvimos 2 meses y pico,
montamos un pequeño estudio e hicimos la preproducción.
Si le sirvió a Bécquer, que escribió
allí Cartas desde mi celda y parte de Rimas y leyendas,
¿por qué no a nosotros?
¿Se nota en el CD la vuelta a la raíz,
a lo local, dejando lo cosmopolita?
Lo local acaba siendo lo más universal y es lo que
buscábamos. Puedes encontrar lo universal a la puerta
de casa, se va a entender mejor que si tratas de contar
algo que no has vivido, con lo que no has crecido. Y cuando
has pasado tanto tiempo fuera de casa es cuando mejor la
conoces, cuando la puedes expresar mejor al resto del mundo.
dvoramedigital@diariovasco.com
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