ACTUM-Mayo 2004

El próximo día 17 de Mayo el sello discográfico DRO pondrá a la venta el nuevo disco de Distrito 14 "El sueño de la tortuga".
El disco ha sido grabado en los estudios Sonoland (Madrid) contando nuevamente con el productor Carlos Martos (Los Enemigos, Radio Futura, Kiko Veneno), y con colaboraciones muy especiales, como la de Antonio Vega y la cantante Bela. Algunas preguntas y cuestiones:
¿Qué hay en Distrito 14 de aquella banda de 1993 que puso en marcha “Días de gloria”?
Enrique Mavilla : Las ganas y la emoción al hacer una canción, al subirnos a un escenario o emprender un nuevo viaje, en este sentido todo sigue igual. Seguimos sorprendiéndonos con las cosas y manteniendo la curiosidad, es como si tuviéramos un imán dentro que nos arrastra a buscar y a seguir recorriendo kilómetros.
Lógicamente muchas de las canciones de aquella época las hemos apartado hace ya un tiempo de nuestro repertorio de directo, pero no es el caso de “Días de gloria”, que seguimos tocándola ya que la sentimos de igual manera que cuando la grabamos.
Musicalmente, hemos ido evolucionando con cada disco .Las experiencias vividas durante estos años se han ido plasmando en nuestras canciones al igual que en nuestras vidas hasta llegar a lo que ahora somos, un grupo con la misma necesidad de hacer música que hace diez años.
Por cierto, magnífica Web. Leyendo la historia del grupo (por otra parte bastante extensa) parece que América y lo americano (Norteamérica, pero también Cuba y lo hispano) han tenido un peso específico en el grupo. ¿Es cierto?
E M : Han sido varias las giras realizadas en EEUU y Cuba durante estos últimos años.Todos han sido viajes muy intensos, llenos de experiencias inolvidables. En EEUU grabamos un disco en directo titulado, “Live in Chicago”.En Cuba, durante nuestra segunda gira grabamos “A mitad del camino”, uno de los discos, creo yo, más especiales que hemos realizado hasta la fecha.
Ambos lugares tienen pues para nosotros un gran peso profesional y emocional y forman parte de nuestro territorio vital.Fuimos allí a dar a conocer nuestra música y fue mucho lo que recibimos.
Tanto en EEUU como en Cuba, aunque son países de ideología diferente, se vive la música de una manera muy intensa.Está muy arraigada en la cultura propia, se vive en la calle y se respeta mucho a los músicos y a los creadores en general.Esta es una de las cosas que más nos ha gustado de allí.
También pensamos editar próximamente nuestro nuevo disco en América, no solo en EEUU sino también en otros países como México y Argentina, al igual que ya hiciéramos con “Live in Chicago”.
Me parece impactante y poco corriente la decisión de encerrarse en el monasterio de Veruela. Sobre todo después de una agitada estancia entre NY y Chicago ¿Cómo y por qué se toma una decisión de este tipo?¿Se han logrado resultados satisfactorios, tanto en lo creativo, como en lo personal…?
Mariano Chueca : La decisión que nos lleva finalmente al monasterio se tomó en Los Angeles, en Junio de 2001, en mitad de nuestra séptima gira norteamericana. Habían sido cinco años maravillosos en los EEUU, pero también agotadores, de viajes constantes sin llegar a deshacer nunca las maletas. Nuestra salud mental estaba pendiente de un hilo y sentíamos la necesidad de detenernos y aislarnos.
Por otra parte, las canciones que había ido componiendo en ese tiempo de inacabables giras eran curiosamente -a medida que las millas se habían ido sucediendo- una revisión interior, un viaje a lo más profundo, un reencuentro con el pasado. Era un doble viaje el que se estaba produciendo, uno en lo externo y otro en lo más interno.
Allí, en Los Angeles, llegamos a la conclusión de que, para expresar todo esto de la forma más universal, era necesario recobrar los colores, los olores, los sonidos y las sensaciones de nuestra niñez, de la tierra donde crecimos. Paramos todo y, una vez de vuelta en casa, nos dimos cuenta de que el mejor lugar que podía existir para lo que necesitábamos era el Monasterio de Veruela. Esta era la forma de dejar aflorar las canciones, permitiendo que se produjera en nosotros una verdadera metamorfosis, escondidos y alejados del ruido del mundo
¿Cual es el sueño de la tortuga?
M Ch : Es muy difícil que uno salga del propio caparazón –plenamente- si no es a través de la creación artística de una música, una letra, un escrito, un poema... Mientras ese proceso interno tiene lugar es necesario no dejar en ningún momento de caminar, a ser posible muy lentamente. Hasta la detención, en un punto crucial del camino, para dejar que todo aflore pegado a la tierra, con la barbilla rozando el barro, el agua, la hierba, la arena seca.
Miradas al futuro


M Ch : Como siempre, hay camino por delante, nuevas cosas que contar, estamos felices. Haber hecho “El sueño de la tortuga” es la mejor forma que se nos ocurre de dar las “gracias” a los que nos paran en la calle con emoción, para hablarnos de cómo les ha gustado ésta o aquella canción de nuestros discos, o a los que desde la distancia sienten de esta manera. Y para quien nunca nos haya escuchado este disco es nuestra mejor forma de decir:
- ¡Adelante! Puedes entrar cuando quieras, la puerta está abierta.